TECNOLOGÍA POPULAR

Frente al universo socioeconómico y cultural actual.

Artesanía
Los seres humanos han desarrollado sus capacidades y competencias de observación y transformación de la naturaleza.

Su esencia de humano se relaciona con su capacidad de construir elementos materiales y desarrolla y estimula sus valores espirituales.

El desarrollo científico y tecnológico se dio en la medida en que las comunidades fueron implementando su energía para modificarla naturaleza la observación y exploración constantes como su curiosidad innata y la insatisfacción permanente hicieron que los límites no existieran.

Primero comienza el uso de la piedra, la madera, huesos, metales, arcillas, fibras vegetales o animales muchos elementos, que establecen el procesos cultural del ser humano.

La artesanía ha sido la manera de elaborar infinitos objetos con los más excepcionales elementos a lo largo de toda la historia. Aunque parezca, que los productos artesanales se enfrentan a los de la industria, sin embargo, la artesanías, tiene pilares y valores propios que le permiten convivir con lo industrial, incluso, es una variante alternativa que tiene que adecuarse a la nuevas formas del pensamiento y la convivencia social.

En los tejidos se han notado progresivamente la mejora y mayor complejidad en los telares, de los simples bastidores de cintura “Kallwa” se llegó a telares sofisticados que permiten la hechura de piezas de calidad relativamente iguales. Hoy, todos estos telares sobreviven y conviven, manufacturando diferentes tipos de piezas. Como lo es también el caso del hilado, aunque traído por los conquistadores fue readaptado, andinizado de diversas formas.

Un espacio en le mercado actual para la artesanía popular. la sociedad recorre entre corrientes deificadoras de la perfección, la exactitud y entre aquellos que se acercan a los valores de la tierra, desdeñando la masificación de ideas y elementos.


Es aquí donde la artesanía se pronuncia, la falta de perfección de las piezas crean vínculos entre los seres humanos que las generan y los que los observan. La forma en que nacieron, su historia, conserva un lenguaje simbólico y que atrae.


Es la artesanía popular la que mantiene dentro suyo, contenidos culturales de los pueblos y ellos indiscutiblemente fortalecen su identidad cultural.


Es claro que la artesanía y la industria, tienen que convivir y no competir, ambas son imprescindibles para la vida en circunstancias determinadas. Las artesanías tradicionales podrán convivir con la industria en tanto sigan encerrando valores intrínsecos de la identidad de los pueblos y no se le reduzca a objetos meramente comerciales desligados de contenidos culturales. Es través de ellos como podemos analizar las características, necesidades, urgencias, y realidad de los sectores que más producen.

En el transcurrir de los años observamos cómo la confección de algunos objetos da paso a otros en función de los requerimientos de la población.

Pero, es lamentable que un grupo de pseudofolkloristas “normaron” alguna vez quitar del mercado el uso del fustán calado, los artesanos populares ven con preocupación esta situación, y sui bien por un lado comprenden que deben implementar algunos cambios, estos pseudoprofesionales se niegan a la evolución cultural, que también hace cientos de años ya llegó a nuestra comu8nidades campesinas y nativas, con esto reiteramos que no se dejen de elaborar piezas que forman parte de nuestro patrimonio ni se abandonen técnicas diseños etc, sino que se aliente y estimule a agilizar los procesos, implementarlos para que estas piezas,sombreros, fustanes, fajas, cotones, mantas, pantalones, camisas, pañuelos chalecos, sacos, zapatos, etc, etc. de manera que sean accesibles al público consumidor. Así, nos aseguraremos que nuestros artesanos tradicionales accedan a una seguridad económica que les permitirá seguir en su actividad sin tenerla que reemplazarla por otra.

En la industria si un artículo no se vende, se deja de producir y se reemplaza con otro. en la artesanía, si una pieza no se sigue realizando se pierde un bien cultural irremplazable para la comunidad.


La tradición no sólo es pasado, también es presente y futuro, y su protección es una manera de humanizar a la sociedad.